El artículo de esta semana llega de la unión de dos experiencias. Por un lado, hace unos días tuve la oportunidad de ver un corto espléndido que me hizo pensar, y por otro lado una experiencia como formador que tuve recientemente.
Empezando por lo segundo, os diré, que hace unas semanas asistí como docente en un máster en la AEPCCC (Asociación Española de Psicología Clínica Cognitivo Conductual). El tema de la sesión giraba en torno del desarrollo personal y profesional de aquellas personas que quieren profundizar en el campo de la psicología.
La experiencia me hizo recordar mis tiempos en la facultad. Aún recuerdo cuando acabé la carrera de psicología. Tenía la impresión que no estaba preparado para “montarme” una consulta o poder acceder a unas oposiciones, por falta de conocimientos, y también porque simplemente no “me atrevía”.
Después de diferentes reflexiones, llegué a la conclusión que los conocimientos se aprendían, pero también me faltaba algo, que sólo podíamos solucionar nosotros. Conozco gente que sabe mucho de algo, pero les cuesta dar el paso. Desde los aportes del coaching, la sesión trataba de hacer reflexionar a que todo aquello que queremos, y que deseamos, depende de nosotros. ¡Sí, así de simple!
Una vez que tenemos los conocimientos adquiridos, solo falta que tengamos actitud proactiva que incluye sobre todo tener creencias capacitadoras y dejar de lado todas aquellas creencias limitantesque nos prohíben hacer aquello que anhelamos. En definitiva, sería poner patas a la ilusión o al sueño que nos mueve. ¡No nos creemos lo que valemos! Y muchos psicólogos, al igual que otras personas en otras disciplinas, después de emprender la lucha de los estudios durante varios años, se quedan en el intento de por ejemplo gestionar una consulta o centro terapéutico…etc.
¿Tendré los conocimientos suficientes? ¿Estaré preparado o preparada? Tenemos que aprender a escucharnos y también a cuestionarnos, ¿Por qué no? ¿Tengo experiencias que demuestran que si tengo los conocimientos?. Entonces ¿Qué es lo que me impide empezar el camino? ¿Qué es lo peor que puede pasar? Invito a tod@s ell@s a que luchéis por aquello que os apasiona. ¡Se necesitan buenos profesionales!
Volviendo a mi experiencia particular, os diría que aún tenemos la sana costumbre de quedar con los compañeros de facultad (¡y que dure!), y en algunas ocasiones recordamos los sueños que teníamos cuando estudiábamos (y que en muchos casos se han hecho realidad no sin la lucha particular de cada uno), y nos formulábamos la pregunta ¿Quién dice que tu no puedes llegar?
Hablando de sueños, me gustaría compartir con vosotr@s ese corto que os comentaba al principio, y que lo relaciono con lo explicado. Un vídeo precioso que habla de eso, de sueños…