¡Qué difícil es encontrar curro! Todos lo tenemos claro y nos aferramos al trabajo que tenemos aún haciendo más horas que un relog o simplemente pasando por alto que lo que hacemos no nos gusta. Cuando nos lo planteamos lo que hacemos, caemos en eso de «esto no es vida» pero inmediatamente nos surge el recurso de «hay gente que lo pasa peor porque no tienen trabajo». También sabemos que de est@s últimos hay gente proactiva y gente reactiva.
¡Ya sabéis! gente que se mueve a la hora de buscar y que no desisten en el intento y tienen capacidad de resistencia a la mucha frustración y otr@s que no han cambiado el chip y que siguen esperando a que les llame esa empresa «príncipe azul» diciéndole que por fin han encontrado al candidato ideal. Much@s tienen su currículum preparado y cuando les llaman para una entrevista, se saben de memoria las respuesta a dar, estudiado en algún manual de como hacer buenas entrevistas.
Hace unos días asistí a una conferencia de Victor Küppers y decía algo que todos sabemos pero que pocas veces aplicamos a la hora de conseguir todo aquello que pretendemos. Hablaba de la fórmula (C+H)x A, donde c y h son los conocimientos y habilidades y simplemente se suman entre sí, pero A es la actitud y esta multiplica. ¡Pues eso! la actitud es lo que cada vez se busca más en las entrevistas y que en muchos casos puede con todo. Comparto un artículo de Tino Fernández en el diaro Expansión llamado Ese currículum que traes no sirve para encontrar trabajo, donde se habla sobre el mundo del currículum.
«Puede ser que todos los esfuerzos que pones en tu currículo (CV) resulten baldíos si confías demasiado en estrategias que ya se han quedado anticuadas o son claramente ineficaces. Ni que decir tiene que la posibilidad de embellecer o exagerar tu trayectoria (lo que comúnmente se conoce como mentir) difícilmente te llevará al éxito.
Tal vez debas plantearte si merece la pena que te empecines en fórmulas ineficaces. Debes reflejar fielmente tu realidad profesional ante empleadores que necesitan acertar a la primera con candidatos que sean verdaderamente efectivos. Y además de esto, debes diferenciarte del resto y adaptarte a modelos y estrategias poco tradicionales.
Ten en cuenta que todo lo que has hecho y que relatas con tanto detalle e ilusión en tu currículo puede aplicarse sólo parcialmente a las funciones que tendrás que desempeñar en la empresa que ahora te pretende. Hay quien encaja en determinadas culturas corporativas y no lo consigue en otras. La historia anterior en otra empresa no se repite en la nueva, y por esto se dan grandes fiascos en lo que tiene que ver con la adecuación de las personas a determinados perfiles.
Quien analiza tu pasado laboral a través del currículo y trata de pronosticar tu comportamiento futuro se dará cuenta de que tu historia anterior en otra empresa no suele repetirse en la nueva.
La simple lectura de tu vida laboral ya no permite percibir qué tipo de empleado eres. En demasiadas ocasiones, los procesos de selección tienden a evaluar de manera preeminente el currículo, cuando lo correcto es evaluar a la persona, no su trayectoria. Es un error examinar vidas laborales sin entrar en detalle a sondear acerca de las capacidades.
Lo que se puede trasladar realmente de una situación a otra son las competencias. Éstas pueden ayudar a predecir la aptitud, pero no la actitud de un candidato.
Por si esto no fuera suficiente, un gran porcentaje de las ofertas de trabajo no se publican, o ya están asignadas antes de que comience el proceso de selección. Existe un mercado laboral oculto, y el networking es la manera más efectiva de encontrar esos empleos que no están publicitados.
Además, internet ha dado una sensación de falsa seguridad a quienes se limitan a aplicar para posiciones online y esperan a ver qué pasa. Sus currículos suelen quedar apilados junto con los de miles de buscadores de empleo. Es una especie de agujero negro difícil de gestionar.
En todo caso, el afán desmedido por hacer del currículo tu arma principal –y muchas veces porque te pasas de vueltas en tu afán por distinguirte– puedes dejar de lado algunos detalles importantes o, lo que es peor, cometer errores imperdonables.
-Lo primero que debes tener en cuenta es que cada vez menos empleadores muestran interés en la historia de que cuentas en tu CV y se interesan más por comprobar qué puedes hacer en realidad. Quienes buscan trabajo tienen que trabajar muy duro para demostrar que pueden ofrecer verdadero valor para el futuro empleador. Los contenidos de tu CV deben reflejar fielmente los talentos y habilidades que eres capaz de ofrecer en el nuevo puesto.
-Aunque creas que está bien trabajada, tu vida laboral puede mostrar que en realidad no conoces ni tu propio CV, o que no tienes dominio sobre él. Hay candidatos, especialmente aquellos con poca experiencia, que tienden a incluir largas listas de habilidades, aunque luego son incapaces de argumentar inteligentemente acerca de ellas, y mucho menos describir los proyectos o logros relacionados con esas capacidades y virtudes profesionales.
En estos casos, el posible empleador puede pensar que has mentido por tratar de darte demasiado brillo. Recuerda que el objetivo del currículo es conseguir una entrevista de trabajo, y todo se vendrá abajo cuando te pongas frente al entrevistador si te has vendido por encima de tus posibilidades.
-Debes ser consciente de que las exageraciones y falsedades en los datos que facilitas en tu vida laboral rara vez te llevarán a conseguir el objetivo del empleo.
Las referencias, junto con la documentación que se solicita, son mecanismos eficaces de control en un escenario en el que se suele mentir más en los perfiles menos cualificados y en el que lo más habitual, además de en idiomas, es faltar a la verdad en experiencia y funciones.
-La incapacidad para gestionar tus «perfiles sociales» también puede llevarte al fracaso. No olvides que algunas tendencias internacionales hablan de la posibilidad de que los empleadores puedan otorgar en un futuro cercano una importancia determinante a nuestra actividad en las redes sociales. Así, los siete útimos años de actividad en Twitter, Facebook, LinkedIn y otras plataformas similares pueden ser analizados cada vez que busquemos trabajo. Se nos calificará y juzgará por esa actividad, que podría llegar a tener tanta relevancia como el currículo. The Wall Street Journal explicaba recientemente que «Twitter se ha convertido en una nueva bolsa de trabajo. Es el nuevo currículo».
Según esto, los portales de empleo tradicionales y el recurso al currículo resultan cada vez más ineficaces, y por eso los reclutadores tienden a soluciones como el uso de esta red social para poner en ella ofertas de trabajo, buscar candidatos e investigar perfiles que puedan resultar interesantes.
Jack Moore ha sabido aprovechar esta nueva corriente. Es además un ejemplo de cómo los candidatos deben perseguir sus oportunidades de carrera profesional creando un contenido diferente en sus currículos y convirtiéndose en una marca personal atractiva que llame la atención de los posibles empleadores. Las redes sociales pueden ayudar a esto. Moore deseaba trabajar como guionista y, en vez de diseminar currículos, decidió utilizar Twitter para demostrar qué es capaz de hacer y quién es realmente: creó Modern Seinfeld y estuvo seis meses tuiteando historias que los protagonistas de la serie Seinfeld podrían hacer en el mundo actual.
Con ese peculiar currículo, la realidad de lo que es capaz, Moore fue contratado por Fox como guonista de la serie Us & Them.»
El vídeo de esta semana intenta poner como en muchos otros algo de humor a este gran trabajo de buscar trabajo. ¡Feliz semana!