La semana pasada, decidí pasar unos día en el Pallars, bonita zona de Catalunya, en búsqueda del relax que siempre encuentro por allá. Una de esas tardes, iba paseando con unos amig@s, cuando uno de ellos tuvo un “apretón” y ni corto ni perezoso, se bajó los pantalones y se puso a cagar, ¡y sin periódico!…Ante mis ojos en posición de alarma, al momento pensé un simple ¡ole por él!.
Esa situación tan escatológica dio para hacer una reflexión ¡mira por donde!, y es que ante la situación social, económica y política tan alarmante que estamos viviendo, no pensáis ¿qué muchas personas sufren de contención? Creo firmemente que eso no es saludable, nada saludable. Deberíamos de cagarnos más en alguien, mandar con más frecuencia a la mierda a alguien, ¡nuestro cuerpo lo necesita! y creo que algun@s de los que reciben estos restos tienen nombres y apellidos. ¡Ponedlos vosotr@s!.
Es ese soltar mierda, producto de la rabia que producen muchas situaciones que sentimos como injustas que se están viviendo en nuestro día a día. ¡Es muy terapéutico! Se trata de un cagarse, por supuesto sin chaqueta y con respeto, como aquel buen hombre que vio desde su inteligencia suprema que la carretera no era muy transitada, y se puso sin más, pero se puso, porque simplemente lo necesitaba. ¡Su cuerpo no aguantaba más!.
¡Os deseo un feliz día! ¡Nos vemos en facebook, Twitter o en Linkedin…!!! Y si queréis likear, retweetear y sharear, ¡no lo dudéis…! ¡yo agradecido!