Siguiendo el hilo del anterior post Dar lo que me sobra o dar lo que me hace falta, hemos de reconocer que ese ir por la vida como pollos sin cabeza continuo como decía aquel, hace que vayamos sin duda por ese lado oscuro de nuestra personalidad, cuando seguramente somos mucho más que eso, que esa reactividad continua con la que nos enfrentamos ante los problemas que tenemos en nuestro día a día. Y es que nos falta mucho de esa proactividad que siempre hemos escuchado pero que no nos paramos a pensar que es y mucho menos a llevarlo a la práctica. En ocasiones digo en mis cursos aquello de que en la vida hay cosas que puedes controlar, que dependen de ti, también hay cosas que puedes influir (si quieres que tu hijo se haga la cama, digo yo que puedes influir…de una manera eficaz) y en la vida, hay cosas que tú no puedes cambiar, que es imposible que lo puedas hacer. Lo curioso del tema es que en muchas ocasiones nos encontramos con esas personas que en su cabecita están todos esos pensamientos de cosas que no puedes cambiar, todos esos pensamientos o preocupaciones rumiantes que te incomodan y que te impiden, sin lugar a dudas ser proactivo en aquello que si puedes cambiar que es aquello que depende de ti, aquello de lo que si te puedes ocupar y no preocupar.
“La experiencia no es lo que te sucede, sino aquello que tu haces con lo que te sucede“ A. Huxley
Me viene a la cabeza un pequeño cuento que tiene mucha relación, que decía …
«Una gran montaña cubre con su sombra una pequeña aldea. Por falta de rayos solares los niños crecen raquíticos. Un buen día los aldeanos ven al más anciano de ellos dirigirse hacia los límites del pueblo, llevando una cuchara de loza en las manos.
-¿A dónde vas? -le preguntan. Responde:
-Voy a la montaña.
-¿Para qué?
-Para desplazarla.
-¿Con qué?
-Con esta cuchara.
-¡Estás loco! ¡Nunca podrás!
-No estoy loco: sé que nunca podré, pero alguien tiene que comenzar.»
Son dos estilos de vida. Esos que han decidido controlar y dirigir su vida tomando decisiones y que saben lo que quieren y están cada día luchándolo y por otro lado esos que prefieren que la vida pase, que tome las decisiones por él o ella y que prefieren dejar las cosas para mañana porque ahora estoy bien o estar permanentemente complaciendo a los demás porque hace tiempo les dijeron lo que tenían que hacer y claro, “yo no les puedo fallar”…
Y todo esto se lleva en el hardware de la persona. Seguramente se trata de intentar educar a los menores desde un buen principio a esa proactividad tan necesaria donde el niñ@ se convierte en el protagonista activo de su desarrollo. Él o ella son los responsables de lo que les sucede, de sus propios errores y de su correspondiente aprendizaje, de evitar esa dependencia tan cómoda de los demás, y nosotros de apoyar el desarrollo de su autoestima dejando que tengan confianza en sus capacidades.
Es un ser dueño o ser esclavo, es un emprender o reaccionar a lo que te pasa, es un mandar o obedecer, es un tomar las riendas definitivamente y ponerte en marcha en eso que siempre has soñado y mandar a tomar por viento a esa zona de confort, esa zona donde siempre te has encontrado tan cómodo.
¡Y tú! ¿Eres dueño o eres esclavo?…
Os muestro un vídeo del colega Víctor Kuppers en el que habla con humor de esa proactividad de la que hablo…
¡Os deseo un feliz día! ¡Nos vemos en facebook, Twitter o en Linkedin…!!! Y si queréis likear, retweetear y sharear, ¡no lo dudéis… yo agradecido!