Quizás sea un obsesivo de la gestión emocional de las personas pero es que seguramente nos iría mejor en la vida y ya puestos, el objetivo sería empezar ya desde la infancia esa educación, y no cabe duda que se hace desde casa pero la escuela tiene su protagonismo, y ahí es donde nos encontramos con esas asignaturas pendientes. A competencias emocionales fundamentales en esta sociedad que se enseñan como la tolerancia, ¿qué se yo?, el respeto, la generosidad, la empatía…se le debería de añadir también la creatividad, la determinación, el ser crítico, la ambición (bien llevada)… Ay, y es que también están esas competencias pragmáticas que nos sirven también para crecer y no solo las del “yo para con los demás” imprescindibles pero no suficientes en esta sociedad. En el mientras o el durante, continuemos en clase con el apasionante tema de de los cloroplastos!!!! ¡Toca empollar sin sentido! Bon dia tingueu!!!
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