No estamos acostumbrados a discutir. La discusión en sí debería de ser enriquecedora a la hora de buscar soluciones. Cuando hablamos de discutir, nos solemos llevar por las emociones y en lugar de centrarnos en soluciones nos centramos más en el problema, acabando por criticar “destructivamente” al otro. ¡Y ahí empiezan los problemas!
Y es que se hace una muy mala praxis de lo que realmente es la crítica. La crítica en sí es positiva si se sabe realizar como mandan los cánones. Si es así, deberíamos aceptarlas y poder aprender de lo que nos aporta dicha crítica. ¡Sí, sí… aprender!
¡Pero no! cuando es hora de discutir sobre un determinado tema, la cosa termina en muchas ocasiones en un “¡aquí mando yo!” o “¡y tú que sabrás!” para acabar vomitando sobre el otro. ¡Ay! Decía el escritor André Gide que la mayoría de discusiones solo sirven para amplificar los malentendidos. ¡Continuemos así! ¿no?. Bon dia tingueu!!! #discutir #empatía #crítica www.carlesmarcos.com
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