En muchas ocasiones, en mis cursos de formación hablo a los alumnos de lo importante que es buscar herramientas desestresantes que hagan olvidar el quehacer diario, y también que puedan servir de inspiración para soñar con hacer nuevas cosas. ¡Todos conocemos nuestras «herramientas»!. «Lo que hace falta es tiempo» diría aquel, buscando esa excusa que le sirva para no hacer eso que en el fondo le agrada.
Entre todas esas maneras que existen para desestresarse, una de las más seguidas cada vez más es la de la práctica del Running, con la que a parte de mejorar la salud física también nos ayuda a ver las cosas desde otra óptica. En mi caso, reconozco que en algunas ocasiones me busco esa excusa del tiempo para no practicarlo, cuando se perfectamente los beneficios que me aporta. Un objetivo más que me tengo que aplicar seriamente.
Quiero compartir un extracto de un artículo interesante titulado «Lecciones de management que aprendí corriendo» de Javier Megias en el que habla sobre paralelismos entre el running y el management.
«Correr y el management son dos actividades que a priori no se encuentran relacionadas, pero que sin embargo guardan un número importante de paralelismos cuyo conocimiento puede enriquecernos enormemente…
…Creo que correr es una de las mejores y más recomendables actividades en las que puede dedicar su tiempo cualquier persona, especialmente si se trata de alguien con la imperiosa obligación de pensar a largo plazo: permite descargar adrenalina, tonifica el cuerpo, nos carga de energía y además, y una vez estás un poco en forma, te ofrece un espacio de tiempo en el que olvidar el cuerpo (embarcado en una actividad extenuante y mecánica) y dejar vagar nuestra mente…
Finalizado éste alegato, creo que lo más conveniente es entrar a la sustancia del artículo: ¿Que puñetas tiene que ver el management con tan saludable ejercicio?. Creo que en realidad existen muchos paralelismos que podemos encontrar entre ambas actividades y que pueden aportar mucho a la disciplina de la gestión:
-La mejor forma de aprender a correr… es corriendo. No vale sólo con leer libros, asistir a cursos teóricos o filosofar sobre la actividad. En el mundo del management sucede de forma similar: nos empeñamos en leer mil libros (ojo, soy un fan de ésta actividad.. pero no sólo de ella), en asistir a eternos cursos teóricos en los que discutimos casos de éxito de empresas diferentes sucedidos en circunstancias absolutamente diferentes a las nuestra. ¿No sería mucho mejor aprender de los “casos de fracaso”?.
-… pero si es importante planificar nuestro entrenamiento. No se trata de obsesionarse por realizar un exhaustivo plan teórico para acometer el entrenamiento, detallado, formal y estructurado a la antigua usanza… Se trata de reflexionar sobre: QUÉ queremos conseguir, Qué PLAZOS manejamos y con que RECURSOS contamos. En el mundo empresarial sucede lo mismo… hay gente que se obsesiona con minuciosas planificaciones estratégicas que intentan capturar una realidad desconocida y modelarla.. lo que es imposible. No digo que no sea necesario planificar, pero sin duda es más importante EJECUTAR.
-Es mejor correr mirando hacia adelante, hacia la línea de horizonte que a nuestros propios pies. El hecho de mirar hacia adelante no sólo favorece una mejor postura para correr, sino que además potencia el mantener un ritmo adecuado a las circunstancias del terreno futuro. En las empresas, como consecuencia de un planteamiento de la figura del directivo a mi juicio errónea, solemos avanzar obsesionados por los resultados a corto plazo, sin tener en cuenta la importancia del largo plazo (causa raíz, entre otras de los actuales problemas económicos)… ¡eso sí, manteniendo un ojo en el día a día!
-Rodéate de gente mejor que tú para correr (si puedes)… solo así progresarás. Es muchísimo más complicado que correr sólo, puesto que estarán empujando tus límites diariamente. Correr sólo es un buen ejercicio ocasional, puesto que potencia la introspección y el pensamiento estratégico (luego hablaremos más de esto), pero sin duda lo que más empuja tu nivel físico es correr con gente mejor que tu. En la empresa, sucediendo lo mismo, tendemos a rodearnos de un ejército de clones que, aunque puedan superarnos, bien se guardarán de demostrarlo. Un equipo mejor que tu, diferente y muy diverso (en todos los aspectos de la palabra) sin duda mejorará de forma importante los resultados de la organización… aunque será mucho más difícil de gestionar. El otro día escuché la frase: Gestionar en equipo de gente creativa y altamente diversa es como intentar pastorear un rebaño de gatos.
-Acostúmbrate a correr por terrenos y desniveles diferentes. Una de las principales trampas en las que todo corredor cae alguna vez es la autocomplacencia: uno se acostumbra a correr la misma distancia, a la misma velocidad y por el mismo terreno todos los días… lo que hace que al ser enfrentado con un recorrido diferente (en intensidad, pendiente…etc) se vea incapaz de abordarlo con solvencia. Esto de forma muy similar nos sucede en el mundo de la empresa: acostumbramos a trabajar siempre en los mismos sectores, explotando los mismos clientes y sin realmente hacer un esfuerzo creíble en innovar (en el mejor de los casos, pequeñas innovaciones incrementales que no requieren arriesgarse). Hay que reinventarse TODOS LOS DIAS.
– Si empiezas corriendo a toda velocidad, lo normal es que te desfondes pronto. Es mejor empezar de forma gradual, analizando las sensaciones de la carrera y, una vez realizado el ejercicio de calentamiento y conocido el estado físico, llega el momento de darlo todo. En la mayoría de empresas operamos así con los lanzamientos de nuevos productos o líneas de negocio: invertimos mucho tiempo en extensísimos planes de negocio que predicen cómo reaccionarán clientes que no conocemos, y cuando lanzamos, lo hacemos con todos los medios e invirtiendo muchísimos recursos. ¿Y si en lugar de enfocarlo así, planificamos los elementos importantes del plan de negocio (el análisis, mas que la parte formal) y empezamos de forma básica y barata, probando que las hipótesis sobre las que se basan nuestras proyecciones son correctas?
– Unas zapatillas o un pulsómetro de última generación no harán que corras mejor. Algunos de los mejores atletas del mundo corren descalzos… ¿y nosotros invertimos una parte considerable de recursos económicos en unas zapatillas?. Lo importante es correr. En las empresas, en lugar de obsesionarnos (e invertir de forma acorde) en nuestra propuesta única de valor, lo que hacemos es comprar las más punteras (y caras) herramientas… ¿no será mejor buscar las que de verdad necesitemos y el resto invertirlo en mejorar nuestra proposición de valor?…»
Comparto con vosotr@s un vídeo de esas carreras populares donde últimamente he participado, en los que suelo hacer un tiempo discreto pero donde también me aplico aquello de lo importante es disfrutar del camino, y no solo llegar al destino…
Comentarios 3
Interesante paralelismo.
Gracias
Muy bueno!! 🙂
Hola.
Molt d'acord. Jo combino el córrer amb la bici de muntanya, per variar, i allà on tú ho anomenes "desestressant" jo ho califico, directament, de "terapéutic".
Salut!
Albert Esteve